BladeBUG robot para reparar aspas de aerogeneradores

El mantenimiento de aerogeneradores siempre ha sido todo un reto tanto por su complejidad como por su peligrosidad. Estos aerogeneradores sufren día a día tormentas extremas y vientos que pueden llegar a ser muy fuertes. Para poner fin a estos problemas la firma BladeBUG junto con el consorcio ORE Catapult han diseñado y fabricado un robot araña semi-autónomo que ayuda a la inspección y reparación de forma remota.

Está formado por seis patas con ventosas y diseñado para arrastrarse a través de las palas de las turbinas eólicas (tanto por el exterior como el interior) y escanear la superficie en busca de grietas y deformaciones. Con este robot se evita poner en riesgo a los operarios, ya que hasta el momento estos debían de escalar las turbinas utilizando cuerdas y distintos sistemas de seguridad.

La historia de este pequeño empezó en 2014 cuando Chris Cieslak, fundador de BladeBUG, se convenció de que la robótica podría transformar las operaciones de mantenimiento en los parques eólicos marinos, reduciendo así su coste y maximizando la vida útil de estos.

Los primeros diseños se realizaron en el cobertizo de Chris. Uno de ellos fue una rueda con pies de succión y métodos de seguimiento. Ya en 2017 se decidió por desarrollar una versión de seis patas y que fuera capaz de adaptarse a las formas de las palas. Este mismo año recibió una subvención de Innovate UK como parte del programa Technologies for Extreme and Challenging Environments Competition.

Durante ese mismo año y el siguiente BladeBug exploró y probó varios elementos del diseño para garantizar que fuera lo mas pequeño y simple posible pero con unos resultados excelentes.

Y ya en octubre de 2020 se han convertido en los primeros en mover un robot por una turbina eólica marina. Durante dos días inspeccionó y reparó seis palas de una turbina de ORE Catapult de 7MW en Levenmouth. Durante esta demostración el robot caminó 50 metros sobre una pala colocada verticalmente (84 metros y 195 metros sobre el mar). Previamente ya nos mostró sus habilidades en secciones de palas y en la torre de entrenamiento vertical en el ORE Catapult’s National Renewable Energy Centre en Blyth. Pero ahora ya se ha demostrado que se puede utilizar en el mundo real.

En la prueba se demostró la perfecta adherencia de los pies en condiciones de alta mar, capacidad de navegar en la curvatura variable de la superficie de la pala, transmisión de datos del escaneo realizado en la hoja y transmisión de vídeo en vivo a los técnicos.

Esto representó una reducción de costos del 30% comparado con las técnicas que tenemos hoy en día para la inspección de palas. Pero desde ORE Catapult predicen que con las turbinas de nueva generación se podrá alcanzar un ahorro del 50%.

Ahora ya llegan al final del proyecto, el cual tiene un coste aproximado de 1 millón de libras y para el próximo año ya será capaz de inspeccionar las superficies de las palas en busca de grietas e imperfecciones. Después transmitirá los datos a la costa y se procederá a la reparación de su superficie.

El robot también es un componente clave del proyecto MIMRee de 4,2M de libras que demostrará una misión de inspección y reparación totalmente autónoma en un parque eólico marino.

Durante estas pruebas BladeBUG trabajará en colaboración con una embarcación autónoma y equipos de drones, utilizando un brazo robótico para limpiar y reparar las palas dañadas.

Ya falta poco para estas pruebas finales que están programadas para mediados de 2021, así que ¡¡estaremos atentos!!

https://bladebug.co.uk/

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